Si hay algo que es importante hoy, es la gestión. Vos podés tener excelentes recursos, ya sea desde el punto de vista humano, desde el punto de vista del equipamiento y desde el punto de vista de los mejores insumos para producir. Sin lugar a duda, eso es una gran parte de la batalla ganada. Pero si no lo sabés gestionar adecuadamente podés fracasar o podés no ser lo suficientemente eficiente que la potencialidad de tus recursos te permite. Vas a tener un costo comercial por hacer las cosas mal, aunque después las intentes subsanar.

Desde el punto de vista de la gestión de mantenimiento, si hacés una gestión adecuada y preventiva del funcionamiento de las máquinas planificando las tareas de mantenimiento de los equipos vas a poder evidenciar y anticiparte a las fallas. De esta forma, perderás menos tiempo por una máquina parada y, por ejemplo, vas a poder planificar una reparación en algún momento que no esté previsto operar con ese equipo.

Hay varios indicadores de mantenimiento que ayudan a medir la gestión. El objetivo de este módulo es fundamentalmente proveer las herramientas para llevar la gestión de mantenimiento más exitosa posible y que eso se vea reflejado fundamentalmente en los costos.

Esto se refleja en menos costos productivos por parada de máquina y menos costos financieros. Por ejemplo, tener una política racional del uso de repuestos de máquinas evita acumular repuestos que no se usan. Hacer una planificación y mediciones de la operación de tu máquina permite saber si es necesario hacer recambios.

El objetivo es gestionar un sistema de mantenimiento documentado, ya sea desde algo manual o algo más sofisticado.

La tarea de mantenimiento, en general, se resume en limpiar, ordenar, monitorear, planificar, registrar y lubricar. Con estos pasos ya hay muchas cosas para gestionar:

- Si vos limpias, vas a poder evidenciar roturas y pérdidas, como de aceite y fluidos.

- Si vos lubricás, vas a alargar la vida útil del equipo porque mantenés todos los mecanismos aceitados para que funcionen adecuadamente.

- Si vos monitoreas y medís podés ver, por ejemplo, si un motor va tomando elevando su temperatura.

- Si vos llevás un registro podrás detectar si un engrane o rodamiento está entrando en un modo de falla o bien, determinar si hay una pérdida de la aislación de los motores.

Todo esto, fundamentalmente si lo vas registrando y lo vas interpretando, te habilita a planificar tareas en base a los datos y llegar a una gestión que siempre te evitará recurrir al mantenimiento correctivo, que significa arreglar algo que ya se rompió.

El estado de situación actual es que las PyMEs usan mucho el mantenimiento correctivo, ya sea porque están a la máxima capacidad tomada o sencillamente por mala gestión, y no hacen uso del preventivo.

Lo que ocurre con el preventivo es que tiene costos adicionales, porque puede ocurrir que cambies cosas que no hacen falta. El mantenimiento, por otra parte, predictivo es lo ideal, pero demanda tener ciertas tecnologías. Por ejemplo, vos podés evaluar el estado de temperatura de un motor o rodamientos a través de una termografía. Con esos datos, si vos haces un registro y vas viendo que va aumentando, serías capaz de anticipar que puede haber alguna falla. Pero eso implica incorporar herramientas de mediciones específicas y que el personal de mantenimiento se tiene que aggiornar tecnológicamente.

Este escenario lo veo bastante restringido a las empresas más grandes. Pero las PyMEs pueden hacer uso de mediciones de terceros contratando a una empresa. Con eso, se puede armar un esquema de monitoreo de los puntos necesarios de los equipos más críticos.

En definitiva, el buen mantenimiento es el que permite que la máquina no se pare y no se deteriore, sin entrar en costos excesivos, sino haciendo un uso racional de los recursos.

Por ejemplo, si vos tenés una máquina con varios repuestos podés optar por una acción absolutamente conservadora y tener una unidad de cada uno. Pero esto significa inmovilizar mucho capital financiero, lo cual tiene un costo. Entonces, te queda la otra opción de comprar únicamente aquellos que son críticos o que tienen tiempo de reposición que no son los adecuados. Ahora, un rodamiento que llamo por teléfono y me lo entregan, no voy a comprarlo.

Un uso adecuado y un mantenimiento adecuado no requieren que se eleven los costos. Esto también depende de la criticidad de tu máquina. Si tenés una máquina que trabaja las 24 horas por día, esa no se te puede “plantar”. Por lo tanto, necesitás tomar una política especial. Ahora, si tenés tres o cuatro impresoras y se para una, tenés las otras dos. En esa situación tu política empieza a adquirir flexibilidad.

Por último, cabe destacar la necesidad de calcular el costo de mantenimiento en función a las unidades vendidas. Ese es un dato confiable. El valor del mantenimiento en función de la incidencia en el costo no debería ser más de un 3 o 4%. Si lo supera, estás complicado. Si vos invertiste en mantenimiento de un equipo más del 5% de su valor en forma anual, prácticamente ya estás absorbiendo el valor de amortización del equipo. En ese cuadro de situación, tenés que empezar a pensar en adquirir un equipo nuevo. Ese es el parámetro en la teoría, con valores que deberían estar en tu tablero de comando para monitorearlos y para tomar una decisión acorde.