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¿Qué necesito para empezar a encuadernar?

Laura Aranda

Autora

Arq. Laura Aranda

Publicado

14/07/2023

¿Qué necesito para empezar a encuadernar?

Si están buscando realizar sus propias encuadernaciones artesanales, pero no están segures de qué necesitan para comenzar, acá les presento una guía rápida para ayudarles.

Lo primero que tenemos que pensar es que la herramienta que vamos a necesitar será de acuerdo al tipo de encuadernación que estamos haciendo. Por eso, tenemos todo un gran abanico de opciones. Y si bien, hay muchas herramientas que van a ver en el mundo de la encuadernación, no necesariamente necesitan tenerlas todas para empezar.

Entonces, la gama de materiales puede ser muy amplia, pero lo que quiero resaltar es que también pueden empezar con lo que tengan a mano:


Yo siempre recomiendo, al menos al principio, la plegadera de asta porque es la más versátil y económica. Por ejemplo, para plegar papel podemos usar el bisel de esta plegadera; y si quiero trazar una hoja de un gramaje más alto también puedo usar esta plegadera Si tengo disponible una metálica cuenta con la ventaja de ser más angosta y mucho más fuerte.

En contraposición, no podemos usar para trazar una plegadera de teflón porque es un material blando. En cambio, al trabajar con papeles que son más delicados el teflón no va a dejar brillo por el roce de materiales.

O bien, al final de cuentas también podemos usar una cuchara para plegar el papel. Tomando una cuchara de sopa, colocando el pulgar dentro de la cuchara y plegando el papel con el mango. Esto es práctico, pero hay que tener cuidado que no sirve para el trabajo de tapas porque necesitamos un poquito más de precisión.

Lo primero que uno pensaría es en el punzón escolar, que realmente no deja de ser un clavo. Éste puede ser una opción, pero lo importante es considerar el hilo con el cual vamos a coser porque tiene que ir en relación al tamaño de la perforación por la cual vamos a estar cosiendo. Con el punzón escolar, la perforación sería muy grande y ese hilo no quedaría bien fijo.

Uno de los que suelo recomendar es el punzón cónico que permite regular el tamaño de la perforación. Estos se usan en encuadernación y para trabajos con cuero.

Otro modelo es un punzón de punta muy delgada con un sistema de broca donde yo puedo perforar incluso con la misma aguja con la que voy a coser, haciendo que el agujero sea del tamaño justo necesario. 

Una tabla o plancha de corte se puede conseguir en cualquier librería. Un modelo como el de la imagen es muy bueno porque es resistente y dura mucho.

Vienen en varios tamaños, por lo que obviamente lo ideal es no comprar una ni demasiado chica ni demasiado grande. En general, el tamaño A3 suele ser lo más seguro para empezar porque es el formato de un cuaderno abierto.

Básicamente, cualquier modelo sirve, incluso las trinchetas escolares estándar.

Por otra parte, para ciertas tareas utilizamos bisturíes artísticos, o incluso médicos.

En cuanto a la regla de corte, cualquier regla metálica servirá. En principio lo único que sugiero es que precisamente sea metálica porque va a resistir mucho más al corte, mientras que una regla plástica se va a gastar con el uso.

Lo más común para empezar es usar cartón gris de 2 milímetros. Este grosor es sencillo de cortar y al momento de hacer ciertos aumentos. También se puede encuadernar con cartulina, pero el cartón nos permite hacer una encuadernación de tapa dura.

En este punto, para los interiores, cualquier papel de resma de impresora, como las que se consiguen en el supermercado, resulta perfecto para arrancar.

La gran mayoría de las encuadernaciones trabaja en formato de cuadernillos, que simplemente son varias hojas plegadas al medio.

Entonces, de acuerdo al gramaje del papel que nosotros usemos resultará la cantidad de hojas que tendrá el cuadernillo. Un estándar para tener de referencia varía entre 75 a 90 gramos. Obviamente, a mayor gramaje bajará la cantidad de hojas por cuadernillo.

Otro factor a tener en cuenta es que el papel pesa. Si vamos a tener un volumen muy grande, y por ende muy pesado, hay que hacerle ciertos refuerzos a la costura para que perdure con el uso y no se deshoje. 

Para coser, básicamente tenemos agujas rectas y agujas curvas. La que usemos dependerá del tipo de costura que hagamos. Por ejemplo, podemos tener libretas con costura expuesta, como la costura copta que se hace con múltiples agujas curvas; o podemos hacer la costura francesa que está hecha con una aguja recta.

Acá también hay una interesante variedad. Desde hilos encerados o de algodón, hasta hilos de lino, aunque estos son un poco más complicados de conseguir.

Como todo, la elección también dependerá del tipo de encuadernación. Por ejemplo, a las que llevan costura interna que después queda totalmente cubierta por el lomo, conviene hacerlas con un hilo de algodón. El hilo de algodón tiene que ser un poco más resistente que el hilo común de coser porque va a estar trabajando en la apertura del cuaderno constantemente.

Por otra parte, en las encuadernaciones expuestas, cualquier hilo encerado viene genial pero estos no podemos usarlos para las encuadernaciones ocultas porque aportan demasiado aumento en el lomo y no resulta armonioso. 

La tela que usemos para la tapa es preferible que sea de algodón. Mientras más algodón tenga, mejor. Porque estaremos usando un pegamento y si la tela es muy sintética nos va a resultar un dolor de cabeza.

También hay un material que se llama tela de encuadernación o entelado, que contiene la mezcla perfecta entre papel y tela. Pero, en última instancia, cualquier retazo de tela que esté a mano puede servir para empezar. 

Por lo general, todos los pegamentos que son para gráfica van a servir. Algunos recomendables son el 514 o el AL320, que son flexibles. También hay encuadernaciones que van a usar poco o nada pegamento, y utilizan cinta bifaz.

Se tienen que usar diluidos con agua, en puro muy pocas veces. La cantidad de agua va a depender del estado del pegamento. Porque, por ejemplo, si se compra un envase de 22 kilos, a medida que lo voy usando y pasa el tiempo, va perdiendo humedad. Entonces, en un balde recién abierto, el pegamento va a estar mucho más líquido; mientras que si ya estamos usando del fondo, vamos a necesitar más agua.

Lo importante es lograr una consistencia media al momento de usarlo. Si cuando pasen el pincel no desliza, le está faltando agua. Si, por el contrario, se desliza demasiado y queda un cartón gris mojado, significa que está muy diluido y necesitamos agregar un poquito más de pegamento.

Un dato importante a la hora de aplicar el pegamento es que las fibras del cartón y del papel deben ir en el sentido del lomo del libro porque, al agregar la humedad del pegamento la fibra se va a estirar. Todo papel y todo cartón tiene una fibra. Si las empiezo a usar entrecruzadas, va a generar una tensión y esta fibra en lugar de estirarse paralela al lomo va a estirarse en el otro sentido. Si esto pasa, van a formar arrugas en cualquier página. 

Una prensa de terminación se usa muchas veces para terminar los cuadernos. Pero si no podemos conseguir prensa, no hay problema. En cambio, se puede usar cualquier cosa con peso, incluso una simple pila de libros.

La necesidad de aplicar peso se debe a que, al recibir la humedad del pegamento, en el cartón se va a formar un moño si dejo que el pegamento seque sin peso. 

Con estos elementos ya estás en condiciones de comenzar a encuadernar tus propios cuadernillos, agendas o lo que quieras.

Si querés aprender como es el paso a paso, podés hacerlo aquí: Curso de Encuadernación artesanal

Autora: Arq. Laura Aranda
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