El llamado Ecodiseño es un concepto que responde a una mirada integral de ofrecer productos y servicios, no solo pensando en las necesidades de las personas, sino también del medio ambiente y la sociedad en general.

Esto implica concebir el producto desde un diseño más amplio que tenga en cuenta el factor humano, la sustentabilidad y las nuevas necesidades.

Desde un comienzo, el balance entre sustentabilidad y sostenibilidad implica satisfacer nuestras necesidades de forma tal que las futuras generaciones lo puedan hacer de igual manera. Normalmente, al reflexionar en esta idea lo que se considera casi exclusivamente es el aspecto ambiental y se asocia esa consideración a un impacto económico.

Ahora bien, hablar de Ecodiseño significa abordar el diseño de un producto, no solo desde el plano ambiental, sino considerando todos, incluso también el propiamente económico. Y es para ello que se empiezan a integrar nuevas metodologías y herramientas que posibilitan estas visiones integrales, como lo es el design thinking.

Podríamos decir que el punto de partida consiste en analizar el ciclo de vida de un producto. Esto significa ser minucioso con cada etapa del ciclo, como por ejemplo las materias primas utilizadas, o bien las etapas de producción. Es importante destacar que el impacto que puede generar un producto va más allá de lo que percibimos, o lo que llamaríamos sentido común. Por ejemplo, tomando por caso el poliestireno expandido que técnicamente es reciclable, pero en la práctica no se hace porque no es rentable. Es por eso que para ser eficientes en esta tarea debemos recurrir a la tecnología disponible para obtener mediciones confiables y no pasar ningún detalle por alto.

Esto nos permitirá calcular específicamente las distintas categorías del impacto ambiental. No se puede señalar de manera suficiente la importancia de diseñar a partir de la información porque, por ejemplo, puede ocurrir el caso de que por considerar solamente la huella de carbono se deja de lado otros factores de ecotoxicidad.

Retomando la consideración del Ciclo de Vida, el punto de partida suele ser, por obvias razones, la materia prima a utilizar. En este sentido, aplicar el Ecodiseño significa “desconstruir” ese producto para ver cómo hacerlo mejor. Si nos centramos en la materia prima, podemos evaluar si el material utilizado es reciclado o reciclable. Incluso se puede analizar la reducción en su consumo, como ocurre en la producción del packaging, donde una buena parte del desarrollo se basa en utilizar menos material para un mismo producto.

Mientras que, por su lado, si analizamos la etapa del consumo, el Ecodiseño también puede cumplir un rol vital compartiendo la misma información recabada a partir de las mencionadas mediciones. La comunicación a los consumidores a partir del etiquetado del perfil ambiental de un producto permitirá un consumo conciente, a la vez de visibilizar la problemática del cuidado ambiental y el rol activo que una empresa puede asumir en este aspecto.

Como se puede observar, en cada una de las etapas hay distintas estrategias de visión vinculada con el ecodiseño para quienes forman parte del ciclo de vida del producto.

Veamos cómo la Diseñadora Industrial Victoria Di Cesare repasa las estrategias de Ecodiseño, haciendo énfasis en el pensamiento orientado a cómo un anillo de ciclo de vida de un producto se relaciona o conforma en otro ciclo de vida de otro producto, a partir de pensar en la reutilización o recuperación de materiales; hasta conformar un ecosistema de economías circulares.