-Estudiar en la Gutenberg fue muy divertido. Desde el principio percibí esa idea de comunidad, como si fuera una familia. Ese sentimiento, en mi caso, es más fuerte porque en mi último año me becaron como pasante en el Departamento de Diseño, por lo que seguí vinculado con la Gutenberg, y eso me dio la posibilidad de ser docente y hacer equipo en computación con Bety.

-A mí me gustaba el diseño. Había estudiado en la UBA, pero tuve que dejar por cuestiones laborales y personales. Cuando decidí volver a estudiar ya estaba trabajando con horarios fijos, lo que limitaba mis posibilidades. Entonces, consulté en la Gutenberg porque varios docentes de la UBA estaban ahí, y además me quedaba cerca de mi casa, lo que sumó mucho. También me llamó la atención el nivel de equipamiento, había computadoras y máquinas impresoras de todo tipo,que me permitió aprender y experimentar.

-Habiendo sido estudiante, docente y profesional que trabaja en el medio, la realidad es que no cambió mucho. La esencia de diseñar sigue siendo bajar una idea, conceptualizar y resolver un problema de comunicación. Eso no cambió porque es el corazón de todo.

Lo que sí tal vez creció mucho, y no es ninguna novedad, es el soporte. Como ejemplo, siempre les digo a mis alumnos, cuando yo era estudiante la tecnología que había que saber usar y aprender era el flash.

Si no sabías usarlo estabas muerto. Y el Flash duró unos años y se cambió por otra tecnología. Entonces ahí está la pauta de que la herramienta es solo una herramienta. Un ejemplo son las Inteligencias Artificiales aplicadas al diseño, arte y comunicación. Se está ampliando el límite de la herramienta y eso abre el debate de cómo y cuándo usarlas.

-Cuando estudiaba, los celulares todavía no eran smartphones y las redes sociales no existían; y hoy son el soporte más usado. Hoy más que nunca, hay más campos donde el diseño está presente y lo hace con un valor importante. Por ejemplo, todo lo relacionado al diseño y desarrollo de apps no es novedad. Además, naturalizamos la animación en casi todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde hacer un GIF con WhatsApp en dos segundos, pasando por el Mapping hasta hoy ver visuales en eventos y recitales.

-Los programas de diseño cambiaron. Pero saber cómo resolver un problema de comunicación es para mí lo importante, aún como profesor de computación. Lo importante es la idea, porque lo demás se aprende y, sin ir más lejos, hay más tutoriales de estos programas que nunca. No es difícil aprender a usar un programa, pero sí saber resolver un problema de comunicación. Eso es lo que distingue a un diseñador, sin importar la herramienta que utilice. Si tenés que hacer un original para un packaging no lo vas a poder hacer solo con la herramienta.

Eso también es algo que la Gutenberg nos da, el lenguaje y las herramientas para poder comunicarte con otros profesionales de distintos rubros, desde la programación hasta la impresión. En mi experiencia, cuando empecé a trabajar como profesional, poder hablarles de igual a igual con una gráfica fue un diferencial algo que no todo diseñador puede hacer, y en otras universidades o cursos no enseñan cómo mandar un archivo a imprenta.

Los alumnos quieren aprender los programas como si fuera lo que hace la diferencia, lo central de la carrera, pero no es así. Como docentes, junto con Bety, queremos que los vean como una herramienta y cuanto mejor lo sepan usar, mejor van a poder bajar una idea más rápido. Pero lo importante es la idea, por eso para mí las materias centrales de la carrera son las relacionadas a la comunicación, historia del arte, diseño y morfología porque son las que te enseñan realmente a mirar y pensar el diseño.

Para poner en perspectiva la tecnología, cuando yo egresé de la carrera hacer gif animados era la novedad. Luego salió Flash, un tipo animación vectorial que amplió mucho el campo del diseño y la programación de sitios web, que desplazó al gif animado. Pero años más tarde el Flash fue desplazado Steve Jobs y el nuevo iphone, ya que los sitio realizados en Flash no eran muy amigables para ser navegados desde un celular, por varios motivos técnicos, tecnológicos y sobre todo porque nadie tenía tiempo para esperar que una página web tarde 10 o 20 segundos para cargar, por lo general los sitios en flash eran pesados para a internet de ese entonces, entonces Jobs dijo “Vamos a matar el Flash porque no nos conviene”. Lo logró.

Hoy el gif animado, está más vigente que nunca, gracias a las redes y la capacidad de poder comunicar una idea o un sentimiento de forma muy ágil y sobre todo divertida.

Entonces cuando como profesional ves eso, después de abrazar una herramienta o una tecnología y que en dos años te la vuelan de un soplido, no te queda otra que aprender de vuelta otra cosa y constantemente aprendiendo.