-A mí me gusta explicar cosas, sobre todo si me gustan. En la cursada me gustaba mucho un profesor en particular, Gerardo de Historia del Arte, que yo sentía que hacía eso mismo. Te contaba algo que se notaba que le gustaba.

Cuando estás por terminar una carrera empezás a pensar qué hacer. Yo ya trabajaba en diseño, pero tuve en cuenta también en la parte educativa porque, insisto, me gusta mucho contar cosas. Consulté cómo hacer para empezar en Historia del Arte. De ahí, hablé con el profesor, que quedó encantado porque me iba bien en historia y no le molestaba tener una ayudante que supiera algo (risas), y así empecé con él, hasta que el año pasado fue mi primera cursada sola.

Prácticamente todo. Personalmente, empecé dando clases como profesora con la modalidad online porque antes, presencialmente, daba clases como ayudante. Entonces para mí el pasaje es al revés, porque ahora me tengo que adaptar a las clases presenciales.

De todas formas, para mí fue muy útil esta experiencia en lo referido a la búsqueda de herramientas, que las voy a seguir aplicando. Hay cosas que se van a mantener, como el classroom u otras aplicaciones que me parecieron muy útiles. También los trabajos prácticos eran de una manera, con la virtualidad fueron de otra y ahora van a ser un mix. Creo que está bueno poder sacarle el jugo a todas las herramientas que surgieron con la modalidad online. Hay que tener en cuenta que las generaciones más nuevas están acostumbradas a estas herramientas entonces está bueno mantenerse actualizado en esto. Por eso creo que fue un buen aprendizaje esta experiencia.

Todas esas son cuestiones que pueden suceder con las tecnologías que se evitan con la presencialidad. Si bien podíamos tener debates sobre imágenes, creo que va a ser mucho mejor hacerlo de forma presencial. Por lo que vi en la cantidad de clases presenciales que pudimos hacer el año pasado se sueltan más y se arma una situación más cómoda. Después de haber tenido que dar clases online de manera obligatoria por la pandemia, puedo decir que extrañaba está dinámica que se da en el aula.

-En Historia de la Imagen mi idea es que pasemos por todos los movimientos artísticos, desde el renacimiento hasta el arte contemporáneo, con una mirada de diseñador. Esto quiere decir que nosotros tenemos un bagaje para poder analizar esas imágenes de manera distinta a como lo haría un periodista o un artista. Los dos objetivos principales son que se lleven una carga de imágenes de práctica y que sepan, como comunicadores visuales, lo que ellos pueden analizar en esas imágenes, por qué se hicieron de tal manera y no de otra. La primera clase consiste en mostrarles publicidades, tapas de discos, diferentes vídeos, videoclips y películas donde hay clara referencia a movimientos artísticos que quizás son del 1800 y se siguen utilizando hoy en día.

Por otra parte, en Historia del Diseño vemos cómo surge el diseño comodisciplina y cómo evoluciona. Para eso empezamos con la escritura. Es algo mucho más antiguo, pero es parte del diseño, porque una vez que aparece la escritura aparecen los manuscritos iluminados, entonces está la idea incipiente de lo que hoy llamamos Diseño Editorial. Después surge la imprenta y ahí tenemos otro tipo de diseño. Es decir, vamos viendo cómo de a poco cómo van apareciendo los elementos hasta llegar a la Bauhaus, que es la escuela de diseño que, en cierta forma, nos da el nombre de la profesión moderna que conocemos hoy. Y también vemos todo lo que está en el medio, que es diseño, pero todavía no ha sido hecho por un diseñador gráfico.

-Yo creo que cambia constantemente. Algo que atraviesa las dos materias que doy tiene que ver con la importancia del contexto. Un movimiento artístico o un estilo de diseño no aparece si no hay un contexto por detrás que lo necesite. Por ejemplo, el estilo de cartel victoriano es una respuesta a la revolución industrial, donde empiezan a generarse productos y hay una necesidad de venderlos. Por un lado, hay cosas que no cambiaron, los carteles siguen estando en la calle. Pero, por otro lado sí cambiaron, dependiendo del contexto.

-Hay dos cosas. Una es que los estudiantes se diviertan. No me gusta esta idea que nos hicimos siempre de que cuando estudiás o cuando trabajabás tiene que ser duro; esa idea del esfuerzo asociado al sufrimiento. Quiero que los alumnos entiendan que también hay un placer en lo que hacen.

Y de la mano de eso está la otra idea de sembrar una semilla, en el sentido de que les guste y quieran aprender por su cuenta. Cuando terminó la última cursada, por ejemplo, una alumna me comentó que fue al museo y le comentó a una amiga sobre la obra de un artista. Otro alumno también me contaba que iba en el colectivo hacia su trabajo y mirando un edificio reconoció el estilo de arquitectura. Esa es la intención, que empiecen a afilar la mirada de diseñador y a partir de eso generales interés, despertarles la curiosidad.