-¿Cómo descubriste Gutenberg en un principio?
-En un principio, me acerqué por una de las charlas informativas que ofrecen. Ahí me mostraron un pantallazo de todas las distintas ramas que tenía el diseño. Así empecé a entender hasta dónde llegaba el diseño y todas las posibilidades que había.
Y la verdad es que me gustó mucho el lugar. Conocí a Marina (NdR: DG Marina Gonzalez, Directora de la Carrera de Diseño Gráfico y Digital), que en ese momento que daba estas charlas y se mostraba súper cercana con los alumnos. Por eso fue mi elección, porque era muy distinto a lo que había podido ver en las otras instituciones. Gutenberg era más realista porque se hablaba mucho de la salida laboral.
-Dentro de todas esas posibilidades que mencionás, ¿Cómo elegiste la que hoy es tu especialidad?
-El anteúltimo año de la carrera tuve la materia de Diseño UX y ahí me di cuenta que me quería dedicar a eso. Lo curioso es que en ese momento, hace unos seis años, no era una rama que estuviera en auge. Diseño UX es algo muy distinto a todas las otras ramas del diseño y muy nuevo también. En su momento fue lo que me llamó demasiado la atención, me gustó mucho y cuando terminé la carrera hice una especialización en UTN, que me había recomendado la docente de la materia que tuve en Gutenberg, Adriana Luna.
-¿Cómo fuiste aplicando tus conocimientos de esta rama incipiente en tu trabajo?
-Estaba trabajando como diseñadora, pero más dedicada al diseño digital y entré en una agencia donde también hacían todo lo que era el diseño web para los clientes y demás. Después de haber hecho la especialización, empecé a meter de a poco todos estos conocimientos y empezó a ganar peso esta rama dentro de la agencia y le empezamos a dar otra importancia. Ahora estoy trabajando en Aerolab, que nos dedicamos a esto.
-¿Qué características del Diseño UX son las que lo definen?
-Yo creo que la diferencia principal es que no hay lugar a la subjetividad. Hay ciertas maneras de hacer las cosas a las que tenemos que adaptarnos, más que proponer algo novedoso o intentar ser creativo.
En UX lo que esperamos es que el diseño sea lo más invisible posible para que el usuario navegue sin pensar en el diseño, por así decirlo. Eso fue lo que me atrajo, el pensar en diseño funcional y también el interactuar con personas, que es algo que no habíamos hecho en los otros campos.
Lo que hace interesante al UX es que yo no hago todo mi proceso y después sale mi diseño al mundo, sino que mi proceso involucra al usuario. Entonces se da un ida y vuelta constante en el que salís un poco de la computadora y empezás a participar en otro tipo de dinámicas, como poder hacer una entrevista o un testeo. Es todo un proceso de investigación y de análisis mucho más profundo y te ponen en otra posición como diseñador.
-¿Cómo es la dinámica al encarar este tipo de trabajos?
-Depende mucho de cada proyecto. Por ejemplo, tenemos proyectos que son solamente investigación. Los llamamos proyectos de Discovery sirven para que el cliente entienda cuál es su problema y qué es lo que necesita. A partir de ahí definimos qué tipo de producto vamos a diseñar.
Otro tipo de proyecto es el análisis de lo que tienen hecho actualmente, que se le llama Troubleshooting. Esto es un repaso de todo lo que existe para ver qué oportunidades tiene este producto de ser rediseñado.
También hacemos la etapa de iniciación del producto, donde definimos a nivel de contenidos que va a tener, cómo se van a relacionar, qué información va en el home y demás. Es la arquitectura de la información. Se empieza a estructurar en el más alto nivel y, una vez que está definido todo esto, empezamos a diseñar.
-¿Cómo surgió la experiencia de la docencia?
-Cuando empecé a trabajar de esto, me di cuenta de que me gustaba tutelar a otras personas, y me pareció una buena oportunidad empezar a ser ayudante en la facultad. Yo había quedado en muy buena relación con Adriana y con Marina, y a la facultad le tengo mucho cariño.
Entonces me contacté para ofrecerme y Adriana me dijo que sí y empecé como ayudante. Estuve dos años y luego, este año, se liberó el cupo y me lo ofrecieron a mí.
-¿Cómo describís tu manera de dar clases?
-Todo el tiempo intentamos transmitir tranquilidad junto con Vale, que es mi ayudante. Que los alumnos no se desesperen y que entiendan que es normal todo lo que están sintiendo. Entendemos la carga que tiene todo esto y la confusión que puede tener meterse en un mundo tan nuevo.
También intentamos todo el tiempo ofrecerles en esta materia un marco muy realista en relación con lo que se van a encontrar en el mundo laboral. Entonces les damos muchísimas herramientas para que después salgan y realmente puedan encontrar un trabajo de esto. Esta es la experiencia más cercana que van a tener en relación con lo que pueden encontrarse el día de mañana. Pero siempre intentando apelar a la serenidad y de ser empáticas.
