-
Experiencias en primera persona

Carrera Diseño Gráfico y Digital 
Florencia Nicolini

“Como diseñadores necesitamos saber mucho más que usar un programa”
DG Florencia Nicolini, Egresada 2017

-¿Por qué elegiste estudiar en Gutenberg?

-Entré a Gutenberg en 2013 por una persona que estaba estudiando ahí y estaba muy contenta. Antes estaba estudiando Artes Visuales en la UNA, pero habían cosas de esa carrera que no sentía que era lo que quería. En cambio, el Diseño tiene esta capacidad de poder estar en muchos lugares distintos que a mí me interesan, en los que se puede hacer un trabajo más artístico y creativo, pero que no deja de ser un servicio al fin y al cabo. Siempre tuve la concepción del arte integrado con la acción social y me parece que el diseño te da la posibilidad de poder integrar esos elementos con la acción social.

-¿Qué te pareció la carrera al comenzar y luego al completarla?

-La carrera me encantó porque tenía ese lado más creativo. Las materias de diseño y de morfología eran mis favoritas. También me gustó mucho que a mí siempre me dieron mucha libertad y que todos los comentarios de devolución de los docentes eran para nutrir mi visión de diseño, y no la de ellos. Por supuesto que hubo algunas materias con las que al principio tenía resistencias que me terminaron gustando un montón, pero sobre todo que, después de haberlas aplicado, entendí la necesidad de tenerlas en la carrera, como por ejemplo las de gestión, marketing o diseño de interfaces.

La verdad que la carrera es súper completa y después cada una siempre tiene la posibilidad de poder elegir a qué materia darle más energía y fuerza porque es una carrera compleja. Cuando empezás querés sentarte a resolver algo directamente, pero en realidad es complejo el mundo del diseño porque tenés que interactuar con mucha gente, es una labor muy social. En mi caso, por ejemplo, puedo llegar a coordinar con 20 o 30 personas de todos los rubros imaginables.


-¿Por qué te quedaste en el campo del Diseño?

-Lo que me parece súper potente del Diseño es esa capacidad de estar en todas las esferas sociales y cómo las imágenes están presentes constantemente. Materias como Semiótica te aportan un marco teórico sobre esto. A partir de ahí, empecé a pensar en qué imágenes quería traer al mundo o ayudar a traer al mundo. Sentí que tenía muchas más respuestas a ese planteo desde el campo del diseño en comparación a mi idea del arte “de museo o de galería”, que terminaba teniendo algo endogámico que el diseño no tiene. El Diseño, por ser percibido como “menor” cuenta con mucho más potencial porque tiene menos expectativas por cumplir en ese sentido.

Florencia Nicolini

-¿En qué espacios ejercés tu profesión?

-Actualmente, estoy en una revista feminista digital, que al mismo tiempo forma parte de una coalición de medios latinoamericanos autogestivos y colaborativos. El año pasado trabajamos sobre soberanía alimentaria y este año estamos empezando con infancias trans en pandemia. Las metodologías son horizontales, en asambleas con equipos interdisciplinarios, donde cada uno puede aportar un saber distinto.

Algo que me parece no menor es que tenemos sueldos dignos, que considero súper importante, y muy difícil de lograr, pero a lo que me ayudó esta cuestión de saber cómo financiar y gestionar proyectos, que aprendimos en la carrera. Sin saber preparar un proyecto no podemos conseguir los medios económicos para hacer esas investigaciones.

-¿Cómo fue el camino hasta lograr todo eso?

-Llegar hasta acá fue difícil, tuve que trabajar mucho gratis y también conocer gente, la parte social es clave. No es un camino lineal. En su momento hacía un aporte alfabetizando en el Bajo Flores (NdR: en CABA), después empecé a colaborar en todo lo que podía en cuestiones de Diseño, estuve haciendo prensa en el área de salud y en una organización social popular de base.

En un momento, como no podía conseguir lo que yo quería hacer, convoqué gente e hicimos una revista experimental con un enfoque político en la que decidíamos todo de manera asamblearia. Fue una experiencia que fracasó en cuanto a que no lo pudimos sostener económicamente, pero así nos conocimos entre un montón de varias personas, conocimos nuestras afinidades y, a partir de eso, se fueron generando otras funciones.

Después, hicimos una editorial y con esa editorial también pudimos publicar libros de teatro y poesía. Y finalmente terminé trabajando en la revista Colibri como diseñadora, que me encanta, donde hago el arte de las notas, publicidades, cinematografía y afiches.

Con el tiempo, me fui metiendo más en el mundo digital y todo lo relacionado con transmedia y empecé a trabajar también en el Ministerio de Educación, en el portal Educ.ar, que es una Sociedad del Estado que se dedica a la tecnología educativa.

-¿Cómo describirías tu trabajo en Educ.ar?

Me dedico al diseño de contenidos, que es la parte más creativa, haciendo animaciones, aulas virtuales, materiales didácticos para infantes. Ahí trabajo con mucha gente y, obviamente al ser una Sociedad del Estado, el trabajo es súper político en cuanto a que, dependiendo de la gestión del momento, va a haber una visión de la educación con sus prioridades y enfoque. En este momento, el enfoque de derechos humanos y educación sexual integrada es sumamente importante, y la capacidad de proponer también es muy grande.

En lo personal, el trabajo es divertido porque se piensa en cómo concebir contenidos que deben llegar a todo el país. Todo lo que se hace es software abierto, lo que responde a una visión política. En este aspecto quizás hayan limitaciones técnicas, pero va a ser algo que podrá usar cualquier chico del país y eso tiene una mirada holística en general.

Florencia Nicolini

-¿Cómo se coordina la generación de contenidos tan sensibles para la educación?

-Se hacen contenidos que son para trabajar en las aulas que no necesariamente se relacionan entre sí, entonces se hacen microidentidades. Hay temas, sobre todo los Derechos Humanos, que son más difíciles. Por ejemplo, ¿Cómo hablar del 24 de marzo sin caer únicamente en la fotografía en blanco y negro y en el terror asociado, pero al mismo tiempo tampoco caer en una banalidad llena de colores? Esos planteos son permanentes.

Nunca encuentro una respuesta que me cierre en todo, sino que siempre se abre una nueva perspectiva. Por ejemplo, cuando tuvimos que trabajar el holocausto, no intervine caras ni agregué cosas según mi único criterio. Al contrario, entiendo que hay un tema y entonces me informo antes de empezar, y después hay un equipo de comunicadores y una coordinadora a la que yo respondo y vemos todo juntos.

-¿Cuáles son los conceptos más importantes que te aportó Gutenberg en tu formación como diseñadora?

-En la carrera me demostraron que el Diseño es mucho más complejo en cuanto a lo necesariamente interdisciplinar, que como diseñadores necesitamos saber muchas cosas más que usar un programa y hacer cosas lindas.

Eso tiene que ver con un bagaje cultural, y por eso son muy interesantes y necesarias las materias de semiótica e historia del arte. Pero también porque estamos en un mundo hiper digitalizado, entonces también son necesarias las materias como diseño web.

Sí o sí los diseñadores necesitamos saber mucho para poder imaginar y pensar cosas que quizás no están dadas en un mundo que está cambiando y una necesita capacidad de vincular, de interrelacionar. Creo que en eso Gutenberg me dio la visión de ese panorama grande.

Florencia Nicolini

Otros testimonios

Damian López

Lic. Damian López

Tatiana Coda

DG Tatiana Coda

Cecilia Farias

Lic. Cecilia Farias

Martín Casanova

DG Martín Casanova

Solicitar Información

FUNDACIÓN GUTENBERG

Instituto Argentino de Artes Gráficas

Contacto

+54 11 5365 8965 
capacitate@fundaciongutenberg.edu.ar 

Dirección